La estimulación musical temprana nos brinda la oportunidad de favorecer el desarrollo del sentido del oído a través de actividades de tipo sonoro o auditivas como canciones, rimas, ejercicios de identificación o discriminación sonora, etc. los cuales van a apoyar subsecuentemente al desarrollo de la conciencia fonológica, fundamental para el desarrollo del habla y el aprendizaje de la lecto-escritura.
Así también en el desarrollo del sentido del oído, la estimulación musical temprana ofrece mediante actividades musicales ligadas al movimiento corporal, el apoyo al desarrollo del sistema vestibular, el cual tiene que ver con el sentido del equilibrio, con el desplazamiento en general.
¿Para qué se estimula auditivamente?
La estimulación auditiva es requerida en varios ámbitos, ya que el sentido del oído es crucial para la comunicación, el aprendizaje y el desarrollo cognitivo en general. Algunos de los ámbitos en los que se requiere estimulación auditiva incluyen:
Educación infantil: En la primera infancia, la estimulación auditiva es fundamental para el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Los niños pequeños necesitan exposición a una variedad de sonidos y palabras para desarrollar su capacidad de hablar y comprender el lenguaje.
Educación especial: Los niños con discapacidades auditivas pueden necesitar programas de estimulación auditiva específicos para desarrollar habilidades lingüísticas y comunicativas.
Terapia del habla y del lenguaje: Las personas con trastornos del habla y del lenguaje pueden beneficiarse de la estimulación auditiva para mejorar su capacidad de comunicarse verbalmente.
Rehabilitación auditiva: Las personas con pérdida auditiva pueden necesitar terapia auditiva para aprender a utilizar dispositivos de asistencia auditiva, como audífonos o implantes cocleares.
Música y arte: La estimulación auditiva es esencial para apreciar y participar en actividades musicales y artísticas. La música, en particular, puede tener beneficios terapéuticos y cognitivos.
Ambientes laborales y sociales: En entornos laborales y sociales, la capacidad de escuchar y comprender el habla es crucial para la comunicación efectiva y el rendimiento laboral.
Desarrollo cognitivo: La estimulación auditiva también puede jugar un papel en el desarrollo cognitivo general, ya que el procesamiento auditivo está conectado con otras funciones cognitivas, como la memoria y la atención.
En resumen, la estimulación auditiva es importante en una amplia gama de contextos, desde la infancia hasta la edad adulta, y es fundamental para el desarrollo del lenguaje, la comunicación y el funcionamiento cognitivo en general.
La estimulación auditiva puede ser desde y para distintos ámbitos, aunque si bien la audición es requerida en todos lo anteriormente mencionados, los más destacables para nuestro propósito sería el de la música y para el desarrollo del lenguaje de un ser humano:
desde la música, para proporcionar al oído las oportunidades para alcanzar una escucha cada vez más precisa y con ello, la subsecuente fina identificación de los diversos sonidos que se le presenten.
desde el lenguaje, para ofrecer las oportunidades del óptimo desarrollo del sentido del oído que será la puerta de entrada al desarrollo del habla y del lenguaje.
A través de la estimulación musical temprana definitivamente estaremos apoyando el desarrollo del habla al ofrecer con ella estimulación auditiva.
Aquí te comparto dos actividades de estimulación auditiva adecuadas para niños de 0 a 3 años:
Juegos de sonidos y música: Los niños pequeños disfrutan explorando diferentes sonidos y ritmos. Puedes crear una actividad donde utilices instrumentos musicales simples, como campanas, sonajeros, tambores pequeños o platillos. Haz que el niño experimente con estos instrumentos, tocándolos y explorando los sonidos que producen. También puedes cantar canciones simples con ritmos repetitivos y acompañarlas con gestos o movimientos corporales. Esto no solo estimulará su sentido del oído, sino que también fomentará el desarrollo del lenguaje y la coordinación motora.
Juegos de reconocimiento de sonidos: Otra actividad consiste en jugar a reconocer diferentes sonidos del entorno. Por ejemplo, puedes llevar al niño a dar un paseo por el parque y señalar diferentes sonidos, como el canto de los pájaros, el ruido de los automóviles o el sonido del viento. Anímale a imitar estos sonidos y a identificar de dónde vienen. También puedes hacer una actividad en casa donde reproduzcas sonidos cotidianos, como el timbre de un teléfono, el ladrido de un perro, el sonido de una puerta que se cierra, etc., y animar al niño a identificarlos y asociarlos con su fuente. Esto ayuda a desarrollar su capacidad de escucha y reconocimiento auditivo.
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