El ritmo es importante en todas las artes; es esencial para el habla humana.
Está conformado por el pulso, el acento y el esquema rítmico (aunque este último es conocido coloquialmente como ritmo).
En cada disciplina, en cada materia, siempre encontraremos algún concepto o elemento básico al cual se deberá prestar particular importancia. En la música algo importantísimo, de vital atención, lo representa el pulso musical. Éste se describiría como una unidad temporal básica o como la serie de pulsaciones repetidas en forma constante que dividen el tiempo en fragmentos idénticos, y que en términos sencillos y para la fácil comprensión de los pequeños sería: el corazón de la música, que late continua y permanentemente, sin cambiar, desde el inicio y hasta que se detiene. Esto es, que al terminar de “latir”, la música para.
Por ejemplo, cuando cantamos la frase:
“ Es – tre - lli - ta - dón- de - estás”
lo encontramos al acompañar con palmas cada una de las sílabas o palabras cortas que hay en ella.
Es tan importante destacar, que sin su presencia la música simplemente no existe, deja de sonar, por ello, por ser tan importante hemos dado en llamarle “el rey pulso”.
Pulso, acento y esquema rítmico
El pulso de la música es permanente, es constante, es cada golpe o percusión continua que damos con nuestras palmas y que por ejemplo, cuando escuchamos una melodía o el canto que nos atrae o que nos mueve, nos hace unir las palmas para acompañarlo.
Esa percusión es continua en su frecuencia ciertamente, pero si ponemos atención, esas palmadas o golpes continuos presentan una diferencia: no tienen la misma fuerza o intensidad. Esto nos indica que hay otro elemento de suma importancia y que nos ayuda identificar cuál pulso es diferente del otro en intensidad, cuál suena más fuerte que otro, y que más adelante nos permitirá identificar musicalmente los compases. A ese pulso diferente, que suena más fuerte que otros, en la música le llamamos: acento.
Por ejemplo:
El esquema rítmico es la parte del ritmo que comprende todas y cada una de las sílabas del texto de una canción o bien de las partes de una línea melódica. Podemos encontrarlo si palmeamos o percutimos todas y cada una de las partes del texto en una frase, por ejemplo:
De esta forma, en la frase de esta canción de la lírica infantil podemos apreciar claramente los tres elementos del ritmo:
NOTA: En el caso del primer ejemplo, "Estrellita dónde estás", el pulso y el esquema rítmico son iguales.
Cada uno: pulso, acento y esquema rítmico siempre les encontraremos juntos en toda melodía o canción y para conocerlos o bien, para conformar un ensamble rítmico o percutivo es que podremos separarles y disfrutar de ellos utilizando cambios en la forma de percutirlos, es decir, ejecutar a cada uno con diferente percusión o instrumento, que bien pueden acompañar al momento de cantar la melodía en cuestión.
Puedes explorar los elementos del ritmo de cada melodía o canto que prefieras, practicando y disfrutando de ellos mientras lo haces.
- Lorena Silva
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